Los temerarios de El Salvador: los maltratadores

Las cámaras de seguridad hablan por sí solas y nos muestran un problema social muy evidente. Una situación que nos indica qué tan intolerante son algunas personas.
Es frecuente que todas las semanas se hagan virales videos de sujetos maltratando a niños o mujeres, los cuales corren por todas las redes sociales. Gente cruel y despiadada (en su mayoría hombres), quiénes son capaces hasta de matar a su propia familia en su frenética locura.
«Se fueron los pandilleros, pero quedaron estos», comenta la misma gente.
Y es que tal parece que algunos, en lugar de comportarse como seres humanos, sacan el lado salvaje que llevan dentro y se convierten en fieras peligrosas.

Principales presas de estos depredadores

Estos animales tienen especial preferencia por atacar mujeres y niños. Estos pueden ser sus hijos, hijastros y-o pareja sentimental.
Los hogares en lugar de ser lugares donde impera la Paz, el respeto y la sana convivencia, se convierten en algo peor que la sabana, donde los leones atacan sin Piedad.

Las cámaras de seguridad: el anzuelo indicado

Es común ver en cada esquina cámaras de seguridad instaladas, para evitar que los enemigos de lo ajeno intenten apropiarse de lo que no les pertenece. Sin embargo, estas mismas cámaras sirven para captar a las bestias antes mencionadas. Media vez un video llegue a las autoridades, inmediatamente aplican la infalible estrategia de «tres Doritos después».

La violencia intrafamiliar: un problema que tiene que ser eliminado de raíz

Es más que claro que todos los que sufren maltrato día con día viven en un verdadero infierno. Pero, ¿por qué tiene que ser así? ¿Por qué criaturas inocentes tienen que sufrir por sujetos tan miserables como estos? ¿Es tan difícil dejar esos métodos primitivos atrás?
Si de verdad queremos que nuestro país cambie, tenemos que empezar por nosotros mismos. Hay que dejar esas conductas machistas y violentas a un lado y buscar ayuda profesional si es necesario.
Tal vez mucha gente no tenga los recursos para hacerlo, pero el estado debería preocuparse por implementar la asistencia psicológica desde las escuelas. A lo mejor así podemos tener cambios en nuestra sociedad y dejemos de comportarnos como animales.